miércoles, 9 de junio de 2010

Príncipe encantado

Tenía un amor secreto. Buscaban los rincones, se escondían de los otros para darse arrumacos y decirse cariñitos, tenían cada día un ratito privado, en el que no dejaban entrar a los demás, se contaban sus cositas, las de cada día, todas tan especiales porque salían de su boca...
La primera vez que lo vio fue en un sueño, tendría doce años, era la mágica noche de San Juan. Su abuela le contó que desde antiguo se creía que si esa noche echabas agua por la ventana a las doce en punto, hora de brujas, soñarías con el gran amor de tu vida. Lo hizo, y efectivamente soñó que caminaba por una de las blancas calles de su barrio, con casitas mata y limoneros, al fondo la Iglesia de San José Obrero, y que iba al encuentro de él, un muchacho alto y bronceado, de grandes ojos negros con un punto dorado, cabellos más claros que oscuros, que al verla corrió hacia ella y la abrazó. Fundido en negro.
Pasaron muchos años, casi treinta, y no se volvieron a ver. De vez en cuando ella recordaba aquella ensoñación adolescente y sonreía, había vivido varios amores, había encontrado su compañero, esperaba que para siempre, y poco que ver con el gallardo príncipe de sus sueños. Fue madre varias veces, cada vez con más deseo y menos recelo: es lo que da la experiencia, si te va bien. A todos los adoraba, y a cada uno de una manera. Nada le daba más alegría que reflejarse en sus caras, verse en sus ojos. Y en una de esas ocasiones lo reconoció, a él, su príncipe encantado. La chispa dorada de sus ojos estaba en los de su hijo, aquel niño silencioso, imaginativo y dulce que decía que la quería más que a su vida, que era la mejor mamá del mundo, una y otra vez, todos los días y para siempre.
Lo había encontrado, era él, sabía que lo perdería. Y esa certeza, por necesaria e imprescindible, a veces le rompía el corazón.

David = amado de los dioses

2 comentarios:

  1. Wow Carmen, cada vez me sorprendes más y qué bonito que estés vaciando tu alma y tu corazón en palabras para los que te leemos.
    ¿Por qué no añades a tu blog el blog que te mandé y estableces conexion con gente afín. Ya sé que tu blog es intimista, pero la belleza del alma y los sentimientos pertenece al Universo y no es justo que te la guardes.
    Mil besos siempre

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  2. A ver si sé cómo hacerlo, Sacri, es que soy poquito tollo para esto. Todavía no he conseguido descargarme las fotos como me dijiste la otra vez, me leeré el tutorial que viene en la página, pero ya en vacaciones. Probaré a agregarme tu blog recomendado.

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