![]() |
Fragmento de un ninot que me hizo gracia |
Hoy ha sido la jornada de reflexión antes de las elecciones andaluzas. Por supuesto, no voy a comentar aquí el sentido de mi voto, sólo diré que creo que nos espera un cambio sustancialmente a peor, que habrá que asumirlo, puesto que somos demócratas, pero que no va a ser por mi voto.
Mis reflexiones van por otros derroteros. Acabo de descubrir un blog nuevo para mí, Mysmallhobbies, muy en mi onda y con una autora de mi edad, de las que somos pocas. Precisamente en su última entrada comenta el tema de la edad, cómo el tiempo trata de muy injusta manera según a quién, pero especialmente a ellos, en masculino. Yo también he pensado muchas veces lo mismo, he alucinado viendo a mis compañeros de instituto convertidos en viejecitos prematuros, pero hace diez años ya, mientras que yo me iba sintiendo cada vez más fuerte y llena de vida. Lo mismo me pasa con muchos de los padres de mis alumnos y alumnas, casi todos son´bastante más jóvenes que yo, y me temo que ni se lo imaginan. Ese subidón de energía y vitalidad lo sentí desde que me quedé embarazada de mi peque hasta hace muy poco tiempo. Nunca he estado tan activa ni he sido tan feliz, ni he descansado tan poco.
![]() |
Primer día del año, en Nerja y estaba malísima. |
Sin embargo, hace unos meses empecé a entrar en un proceso de relativo declive. Por un lado, mi salud, que hasta hace poco era a prueba de bombas, empezó a flaquear. Desde hace aproximadamente un año, una vez o dos al mes me ponía malísima, con fuertes dolores abdominales, vómitos, diarreas, sudores fríos,... en las analíticas no salía nada raro, por lo que mi doctora de cabecera y yo lo achacamos a mi estado de ansiedad, agotamiento, quizás estaba intentando abarcar más de lo que podía. Hasta que a finales de enero fui a la especialista en Digestivo, y rápidamente me diagnósticó cálculos biliares. En poco más de un mes me han diagnosticado, preparado y operado. Ya no tengo vesícula, pero espero que en breve vuelva a mi anterior estado de plenitud.

Todavía me enternezco cuando recuerdo hace dos años, cuando España ganó el Mundial, el comentario en su FB para su padre, ya ausente, Papá, que hemos ganado la Copa del Mundo... Ahora son sus hijos los que le mandan mensajes que nunca, nunca, recibirán respuesta. Y no me gusta dramatizar sobre esto, porque sé que no puedo lamentar haber perdido a alguien a quien perdí hace veinte años, y que nunca fue nada mío. Sí que es verdad que, desde que sé que él ya no está, las estrellas brillan menos para mí, porque una posibilidad, un reencuentro, una puerta entornada se ha cerrado para siempre.