miércoles, 14 de julio de 2010

Una tarde de cumpleaños









Martes, 13 de julio. Cumpleaños de nuestro queridísimo Pablo L. El lugar para la celebración del evento, nuestro paraíso preferido, el Parque de la Paloma.

A pesar del calor sofocante, empezaron la tarde típicamente en un día post-mundialero, peloteando; los más alternativos tratando de encestar en vez de metiendo goles. Eran un montón de niños, de edades muy dispares, con el único vínculo común del cariño al homenajeado. Algo dispersos, unos correteando por aquí, otros por allá. Hasta que, sin saber cómo, se rompió el hielo y formaron piña. A la sombra de uno de los hermosos árboles del Bosque de los Cuentos(así se llama esta parte del Parque), hicieron turnos para ir contando esas disparatadas, surrealistas historietas que algunos llaman chistes, y que, en este día, tenían siempre un final impreciso, poco coherente y balbuceante: "Ah, es que no lo pillas", pero se reían de todas formas. Por allí fueron desfilando la galleta convertida en rosquilla, Jaimito y su salchicha, el fantasma de las bragas rotas, el hombre que "padece" un osito, el hotel donde siempre coinciden un inglés, un francés y un español...







Y entonces apareció El Conejo. No un conejo, El Conejo, seguro que era descendiente del famoso Conejo Blanco, se le notaba en su elegancia y en el brillo de inteligencia de su mirada. También en la urgencia por escapar. Cosa imposible, cuando hay determinación y un número suficiente de chiquillos para rodearte. Por fortuna para él, todos en el grupo son amantes de los animalillos, su única pretensión era abrazarlo y acariciarlo por turnos, emocionados y tiernísimos.



No hay duda de que fue El Conejo, apodado Centella, el que les susurró que leyeran los mensajes grabados en los árboles. Un secreto importantísimo podía encontrarse entre ellos. Y aquí surgió la aventura final: todos juntos se apresuraron a revisar las inscripciones y señales dejadas por el tiempo en troncos y raíces. Había nombres, viejas promesas, fechas,....todo muy críptico y misterioso para ellos. Intentaron sin éxito identificarse en los nombres y en las fechas, pero nada. Entonces, encontraron lo más intrigante. En el tronco de un árbol, los nudos de su corteza formaban algo que recordaba a una "N"y una "O". Entre ellas, tal vez distraídamente, alguien había grabado una "E". Se miraban perplejos ante el descubrimiento. Me suena de algo, ¿qué es neo? Hasta que una adulta infiltrada les recordó que estaba clarísimo, Neo es un hombre del futuro que despertará en un mundo habitado por avatares para intentar salvar los restos de la humanidad, y tendrá super poderes y....entre todos vuelven a organizar la película, mezclando "Matrix" con Pokemon y los Gormiti, felices sin saberlo, disfrutando de unas horas que, con toda probabilidad, hibernarán entre sus sueños más dorados.








Se levanta viento, que despierta en el atardecer un deseo de cumpleaños:
que nunca olviden que la vida es un juego, una tarde de verano en un parque, entre amigos, seres mágicos; también que nunca dejen de esperar, muy atentos, la visita inesperada de un conejo sabio, o un hada viajera. De nada vale perder ese poder en la mirada que tienen los niños. Con él se va, quizás, la sal de la vida.




Abajo,

no muy lejos,

se presiente el incansable rumiar de la mar,

que trae y que lleva,

que hace y deshace,

que viene y que va.



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