Ella es un hada, Canelahada. Ambas vivimos en el sur, yo en el sur del sur, donde se abre el mar; ella, al pie de las montañas, donde empieza el norte; en un lugar siempre de tránsito, que le permite de vez en cuando abrir sus alas inquietas de mariposa y echar a volar, aunque siempre vuelve con los brazos llenos de cosas lindas que encuentra en rincones insospechados, algunas sé que las atesora, pero muchas otras las vuelve a derramar en el viento para que lleguen a los cuatro puntos cardinales, sembrando alegría y belleza, un propósito a cumplir por toda hada que se precie.
Nos conocemos hace ya más de dos veranos, a pesar de que todavía no nos hemos encontrado cara a cara. Nos unió este nuevo mundo mágico, donde todo es posible, y nuestro gusto común por las faldas, blusas y demás maravillas de la creación. Pronto descubrimos que teníamos mucho más en común; ella habla de sincronías en el universo, yo la considero mi hada maestra: todo lo que en mí es afición, en ella se convierte en excelencia. Siguiendo su estela me inicié en el universo blog, guardo entre mis secretos sus recetas de la confitura y el pastel de pimientos, del hojaldre de espinacas, espero que algún día me desvele la receta de los pastelillos de setas, se me hace la boca agua de recordar las fotos que vi hace tiempo. De sus manos mágicas lo mismo sale una primorosa guirnalda de flores bordadas que una suculenta tortilla de coliflor (es otra flor???), si bien su máximo orgullo son sus dos hadas hijas, preciosas y artistas como ella, siempre albergando la belleza, que puede tener forma de canción o de cojín, de broche o de paseo por un parque. El espíritu del eterno femenino se posó entre ellas para derrochar felicidad en su entorno.
Hoy las hadas y el resto de seres mágicos celebramos el milagro de su nacimiento. Estoy segura de que todos vendrán cargados de presentes; el año pasado, yo intenté regalarle una luna llena sobre el mar, pero creo que no la recibió. Hoy espero que le llegue esta cinta de palabras, que contienen mi admiración y mi cariño. A las hadas, duendes, mariposas y libélulas no nos importan los años, sino la felicidad de ser y estar aquí, sin duda no en el mejor de los mundos posibles, pero cómo lo adoramos y cómo mejoraría si todos sus habitantes practicaran la religión del amor, de la belleza y
de la alegría, de la que Canelahada es devota. Nos conocemos hace ya más de dos veranos, a pesar de que todavía no nos hemos encontrado cara a cara. Nos unió este nuevo mundo mágico, donde todo es posible, y nuestro gusto común por las faldas, blusas y demás maravillas de la creación. Pronto descubrimos que teníamos mucho más en común; ella habla de sincronías en el universo, yo la considero mi hada maestra: todo lo que en mí es afición, en ella se convierte en excelencia. Siguiendo su estela me inicié en el universo blog, guardo entre mis secretos sus recetas de la confitura y el pastel de pimientos, del hojaldre de espinacas, espero que algún día me desvele la receta de los pastelillos de setas, se me hace la boca agua de recordar las fotos que vi hace tiempo. De sus manos mágicas lo mismo sale una primorosa guirnalda de flores bordadas que una suculenta tortilla de coliflor (es otra flor???), si bien su máximo orgullo son sus dos hadas hijas, preciosas y artistas como ella, siempre albergando la belleza, que puede tener forma de canción o de cojín, de broche o de paseo por un parque. El espíritu del eterno femenino se posó entre ellas para derrochar felicidad en su entorno.
Hoy las hadas y el resto de seres mágicos celebramos el milagro de su nacimiento. Estoy segura de que todos vendrán cargados de presentes; el año pasado, yo intenté regalarle una luna llena sobre el mar, pero creo que no la recibió. Hoy espero que le llegue esta cinta de palabras, que contienen mi admiración y mi cariño. A las hadas, duendes, mariposas y libélulas no nos importan los años, sino la felicidad de ser y estar aquí, sin duda no en el mejor de los mundos posibles, pero cómo lo adoramos y cómo mejoraría si todos sus habitantes practicaran la religión del amor, de la belleza y
Así, Sacri(nombre secreto del hada), agradecemos tu presencia, la mirada que compartes en tu blog, tus palabras, hasta los años que me llevas, que te sirven para confirmarme mi anhelo de que, pase lo que pase, a pesar de lo negro que se ponga el cielo, siempre, lo mejor está por venir.
Ay Carmen, nadie había escrito algo tan bonito para mí. Tengo lágrimas de felicidad en los ojo y en el alma.
ResponderEliminarTe abrazo fuerte, de hada a hada.
Sacri
¿Quién podría pedir más? Que saber sentirse acompañado de quien nutre e hidrata tu alma.
ResponderEliminarFelicidades a ambas.
Pues felicidades para ella. Y besos para ti.
ResponderEliminarTienes un premio en mi blog
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